Vídeo : Del cómo y cuándo Bolivia perdió su mar

En el siglo XIX Bolivia gozaba de 400 kilómetros de costa y 120 mil kilómetros cuadrados de superficie frente al Océano Pacífico. Tras una disputa comercial y política contra Chile, se desencadenó la Guerra del Pacífico.

En 1904, dichos territorios quedaron oficialmente en manos de los chilenos. Desde entonces y hasta hoy, Bolivia continúa reclamando su salida al mar. Bolivia había heredado del Virreinato del Perú una región rica en minerales: Antofagasta. Se trataba además de su porción de tierra con vista al Océano Pacífico. Sin embargo, su escaso desarrollo industrial en el tercer cuarto del siglo XIX no le permitía empoderarse de la extracción de yacimientos minerales de esta región.

Quien sí poseía la capacidad minera era su vecino Chile. Gracias a la alianza con los ingleses, los chilenos le alquilaron en 1873 al gobierno boliviano la concesión para operar la extracción de guano y salitre en Antofagasta: dos fertilizantes fundamentales para la agricultura mundial de la época. El terremoto que desencadenó una guerra Todo iba bien entre Chile y Bolivia hasta cuando sobrevino el terremoto y maremoto de Iquique en 1877. La magnitud de 8,5 del sismo devastó el puerto de Antofagasta.  Al gobierno boliviano no le quedó otra alternativa que reconstruirlo, con fondos que no tenía. De manera que la solución fue subirle el impuesto de extracción minera a la Compañía de Salitre de Chile. Para los chilenos esta movida constituyó la violación de un tratado firmado en 1874, en el cual Bolivia se había comprometido a no incrementar los precios tributarios por un período de 25 años. Pero para los bolivianos ese tratado no contaba con el aval del Congreso y por ende no se podía tomar en serio. En definitiva, Chile se negó a pagar el nuevo arancel, por lo que Bolivia decidió embargar la compañía chilena. La estocada final la ejecutó Chile al invadir militarmente a Antofagasta en 1879.

La Guerra del Pacífico, 1879 - 1883 Aunque la disputa por Antofagasta le competía a Bolivia y a Chile estrictamente, Perú entró rápidamente en el conflicto. Los peruanos y bolivianos habían constituido una alianza defensiva en 1873. Dicha alianza volcaba a Perú a defender a Bolivia. La guerra comenzó en el mar. La armada chilena fue más fuerte que la peruana, y muy pronto los chilenos se tomaron el puerto principal de Perú, el Callao. Tiempo después, la ofensiva chilena llegó hasta Lima, obligando a las fuerzas armadas peruanas a replegarse y conformarse como guerrilla. Tras 4 años de combate, Chile no pudo concretar la invasión al Perú con éxito, de manera que fue consecuente la firma del Tratado de Ancón en 1883. En este pacto Chile se anexionó el territorio peruano de Tarapacá. Años más tarde, en 1904, Bolivia y Perú firmaron el Tratado de Paz y Amistad en el cual Bolivia cedía a perpetuidad la región de Antofagasta a Chile, lo cual representaba la pérdida de mar de Bolivia. A cambio, Chile le aseguró un tránsito libre de impuestos desde La Paz hasta el litoral pacífico.

Pero la disputa continúa en el siglo XXI, esta vez frente al estrado de la Corte Internacional de Justicia en la Haya.

Fuente France 24, 19 de marzo de 2018